viernes, 18 de diciembre de 2009

"His girl friday" (Luna nueva) de Howard Hawks (1940)

El crack de la bolsa del 29 había dejado a Estados Unidos sumida en una gran depresión económica donde mucha parte de la población perdió el trabajo y se quedó sin nada, por eso Earl, el preso de este film, ha sido condenado a muerte al matar a un hombre por estar desesperado. Con esta premisa Hawks construye un film con su característico humor, donde el poder de los medios de comunicación, la corrupción política y la mujer independiente van ligadas de la mano al estar formándose un nuevo país, donde la mujer empezaba a introducirse en el mundo laboral en un ambiente corrupto que se había formado para aprovecharse de la desesperación del pueblo y en donde la manipulación informativa ejercía todo su poder mediático. Hawks dota al film un ritmo frenético para que quede claro que el mundo de la información va a un ritmo descomunal, porque no paran de salir nuevas noticias y hay que intentar ser el primero en ofrecerlas al pueblo, y además sabe mezclar a la perfección su tradicional guerra de sexos con los demás temas del film, utilizando unos diálogos expuestos a una velocidad de vértigo en el que casi se pisan unos a otros y da una sensación de que el mundo va a este ritmo. Solo hay un momento de pausa en todo el metraje, cuando se introduce el tema de la pena de muerte al llegar Hildy Johnson a su puesto de trabajo y Hawks hace este tiempo muerto para que reflexionemos porque sabe que es una cuestión moral muy delicada el condenar a muerte a un ser humano que además se ha envuelto en el asesinato movido por las circunstancias de miseria en las que se encuentra.
El tema de la nueva mujer independiente que surgió por la gran depresión es muy importante en el film, porque demuestra que también podían integrarse en el mundo laboral y no depender de los maridos para pode subsistir, y Hawks sabe darle esa importancia colocando la cámara al enfocar a Hildy siempre en un plano superior del encuadre al de los hombres, para demostrar que había llegado una nueva mujer independiente capaz de tomar sus propias decisiones y con las aptitudes necesarias para poder desempeñar cualquier trabajo de igual manera que los hombres. Por eso durante casi todo el metraje, aunque Hildy en sus diálogos repita constantemente que quiere dejar el periodismo para instalarse con su prometido, sus actos la contradicen porque siente una pasión desbordante por su oficio de periodista que le hace ser una muy competente profesional, por esta razón en ningún momento del film se reprocha el papel de la mujer trabajadora y Walter la quiere retener usando todas sus artimañas porque sabe que es una gran periodista, y realmente la quiere más por el bien de su periódico que no por estar enamorado de ella. De este modo la película intenta plantear dos mundos muy opuestos, el convencional y más clásico de la mujer sumisa al hombre con sus típicas tradiciones familiares encarnado por el prometido de Hildy y el más moderno de la mujer independiente encarnado por Walter, y el film deja muy claro que ella elegirá su pasión de
redactora acentuándolo con una puesta en escena en la que se ve lo feliz que es trabajando en el mundo del periodismo.
La manera en como critica la corrupción política, la pena de muerte, los medios de comunicación, y como introduce a una nueva mujer más independiente con su humor habitual en un relato con un ritmo desenfrenado y unos diálogos atropellados brillantes, hacen de esta película una joya a la que el tiempo no le ha perjudicado y sigue tan fresca como siempre.

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