viernes, 18 de diciembre de 2009

"El pecado de Cluny Brown" de Ernst Lubitsch (1946)

Otra ingeniosa y deslumbrante comedia de Lubitsch con su típica ironía y sus diálogos llenos de chispa como en el es habitual. Como presenta a los personajes uno detrás de otro con un ingenio que hace que al momento se integren en una trama llena de vida y de encanto donde todo lo que sucede tiene sentido por como presenta todos los encuentros con los personajes, sea en Londres o en una casa aristocrática de campo, y por como encajan en la historia de crítica a la clase alta en el el sentido de como viven en su mundo los aristocráticos sin saber demasiado lo que pasa fuera de el y ni tan si quiera le importa, porque su mundo vacío de vitalidad y emoción es para los burgueses lo más importante, aunque el interior de sus almas opine lo contrario, es la vida que les ha tocado vivir como explica Renoir en la memorable "La regla del juego". Por esto són tratados de ignorantes y de gente aburrida pero al mismo tiempo les gusta la llegada de gente nueva con ganas de vivir como ocurre con la llegada del escritor, que aunque desconozcan todo sobre sus valores e ideas por las que lucha, les parece un hombre interesante porque les saca de su rutinaria y elitista vida. Hasta los criados que trabajan para los burgueses tienen tan asumida su vida como sirvientes que ellos mismos piensan que de niños ese era su sueño, como cuando la ama de llaves cuenta la historia de su muñeca. De este modo hace que sean de una rigurosidad en el trato hacia sus amos tan estricta, que puede parecer exagerada sin realidad serlo porque lo tienen en sus sueños desde siempre. Todo el metraje del film insiste en esto pues es lo que realmente quiere contar Lubitsch, contándolo de una manera cínica e ingeniosa con unos diálogos llenos de verisimilitud y coherencia, y con unos personajes elegantes y llenos de encanto. Es la última película de este genio inigualable y una de sus grandes obras menos conocidas.

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