martes, 22 de diciembre de 2009

"Drácula" de Terence Fisher (1958)

Espléndida y genial adaptación de la famosa novela de Bram Stocker por parte de la Hammer, que junto con “ La maldición de Frankenstein” inauguraron las revisiones de los clásicos monstruos de la universal de los años treinta y juntó a tres maravillosos e irrepetibles profesionales, los actores Peter Cushing y Christopher Lee y el cineasta Terence Fisher. Drácula ya había sido llevada a la pantalla de forma brillante en varias ocasiones, pero en esta ocasión tuvo novedades que la hicieron diferenciarse y tener un estilo propio y más transgesor, como son el erotismo y la inclusión del color que dio por ejemplo la inclusión de una sangre mucho más real. De hecho toda la puesta en escena es sensacional con una fotografía llena de colores vivos y unos escenarios fabulosos que tan bien utilizó el estudio inglés, como el castillo lleno de detalles y de amplias habitaciones como el comedor que le dan un toque barroco perfecto para hacer un film de terror gótico. Es una adaptación más libre al cambiar las profesiones de los protagonistas y al darle más protagonismo al doctor Van Helsing interpretado de forma brillante por Peter Cushing ya que sale constantemente y logra que la genial interpretación de Christopher Lee encarnando a Drácula no le pase por encima, consiguiendo un gran duelo entre ambos. Todas las apariciones del mítico conde vampiro son inolvidables, como en la secuencia que de repente entra al castillo con la boca repleta de sangre, o cuando misteriosamente aparece en las habitaciones de sus doncellas sugiriendo un erotismo hasta entonces nada habitual en este clásico literario. Es una joya del cine de terror gótico de un gran Terence Fisher, al que habría que revindicar mucho más por todo lo que contribuyó a reconvertir un género menospreciado por los amantes del cine de autor moderno que no saben ver en este tipo de cine la incuestionable calidad artística que atesora, y eso es preocupante pues este tipo de público piensa que ese contemporáneo cine de autor de hoy en día es el mejor que se ha hecho nunca, y la verdad es que en todos los movimientos de diferentes clases de este arte hay grandes obras, ya sea en el antiguo cine mudo o en la actualidad, pero hay que saber verlo y entender que en muchos films es mucho más importante el como se cuenta una historia, que lo que dice el argumento.

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