domingo, 7 de noviembre de 2021

  "M. El vampiro de Dusseldorf",(Fritz Lang, 1931).

En el año 1927 se estrenó la primera película íntegramente sonora de la historia del cine, “El cantor de jazz” de Alan Crosland y progresivamente se fueron haciendo films con sonido integrado y se fue dejando atrás el cine silente. Pero esto fue en Hollywood, porque en Europa y el resto del mundo tardó unos años en llegar. En Alemania la primera cinta sonora fué en 1930 con la gran obra maestra de Joseph Von Stemberg "El ángel azul". Y Fritz Lang al año siguiente en 1931, se adaptó también al nuevo sistema cinematográfico y filmó su primera película con sonoridad de una forma sublime, “M. El vampiro de Dusseldorf". Sorprende que siendo su primer film sonoro Lang ya supiera utilizar tan bien la sonoridad empleándola con tanto sentido, y manejarla con tanta eficacia en todo el metraje, fusionándose de forma magistral en secuencias con imágenes prácticamente silentes. No es nada casual ni gratuito que el infanticida, (un excepcional Peter Lorre), utilice como seña de identidad un característico silbido que además al mismo tiempo sirva para su detención, o el estridente y exagerado ruido al intentar abrir la puerta del edificio donde está acorralado. El sonido es empleado de forma funcional en la narración sin ser un adorno excesivamente dialogado, algo que adolecian la mayoría de las primeras películas sonoras que parecían más obras teatrales filmadas.        Lang también utiliza el fuera de campo visual magistralmente, empleándolo de forma brillante para sugerir determinadas acciones en vez de mostrarlas, demostrando el dominio del lenguaje cinematográfico que tenía tras tantos años como cineasta en los legendarios estudios de la "UFA", controlando el espacio fílmico dentro y fuera del plano de la cámara a la perfección. Este maravilloso dominio narrativo audiovisual, queda plasmado ya en la extraordinaria secuencia de siete minutos que abre el film. Lang nos presenta con un preciso montaje, a la inocente víctima, al asesino en fuera de campo mostrado a través de una sombra, y a la madre temiendo por la vida de su hija mirando al exterior desde su casa con el enigmático sonido de su reloj de pared, continúa la secuencia con el infanticida comprándole un globo a la niña atrapándola a través de la pegadiza melodía de su silbido, y la finaliza con una brutal elipsis donde con un plano de una solitaria pelota con la que la víctima jugaba, y otro de un globo flotando en el aire, nos queda claro el despiadado y atroz desenlace. Es uno de los mejores inicios de un film jamás filmados sin lugar a dudas.

Fritz Lang nunca creyó demasiado en el sistema judicial. Hay que recordar que fué falsamente acusado del asesinato de su primera esposa, para así poder casarse con su famosa amante y guionista de sus películas alemanas Thea Von Harbou. Jamás se resolvió tal crimen, y de ahí que el tema del falso culpable igual que para Hitchcock, fuera uno de sus preferidos en toda su obra.  Eso queda de manifiesto en el film donde un grupo de gente de los barrios bajos encabezados por mafiosos capturan al infanticida, y lo juzgan ellos mismos en vez de entregarlo a la policía porque piensan que lo soltarán por ser un enfermo mental y podrá volver a reincidir en sus asesinatos. De esta forma Lang nos está introduciendo un debate moral entre si es lícito encerrar a un asesino en la cárcel o en un psiquiátrico para reinsertarlo posteriormente en la sociedad, o si es mejor poner fin a su vida para asegurarse de que no vuelva a cometer ninguna atrocidad. En ningún momento Lang toma decisión por ninguna postura, para dejar al espectador que decida por si mismo, y de paso dejar en duda a todo el sistema judicial, remarcándolo con ese amargo último diálogo de una madre diciendo tras la detención del asesino que, <esto no devolverá la vida a nuestras hijas>. De esta forma Lang nos quiere decir que cualquier decisión que tome la justicia con este asesino, no reparará jamás el dolor de una madre que ha perdido a una hija asesinada, y así hacernos reflexionar en el papel que realmente tiene el sistema judicial.

Es una obra maestra absoluta de la historia del cine por como nos hace reflexionar sobre un tema tan delicado, y por como nos lo cuenta en su puesta en escena, manejando el ritmo de la acción y el montage con elegancia, y utilizando todos los recursos del sonido y de la cámara con una imaginación desbordante.

martes, 4 de agosto de 2020

"Blast of Silence", (Allen Baron, 1961).

Un tren circulando y saliendo desde la oscuridad de un túnel, al mismo tiempo un asesino a sueldo que viaja en él llamado Frankie Bono, recuerda su dolor al nacer en la negritud del silencio y en la soledad, a través de una extraña voz en off en tercera persona que no remite a ningún personaje, con claras resonancias a la utilizada por Jules Dassin en "La ciudad desnuda" de 1948.
Con este extraordinario prólogo, el director, guionista y protagonista del film Allen Baron, va a realizar su gran obra maestra del noir dentro del new american film, (cine independiente norteamericano surgido en los sesenta), y nos va a contar la solitaria y trágica historia de un asesino a través del dolor, el silencio, la oscuridad y el azar, sumergiéndonos dentro de la ciudad de Nueva York con una maravillosa atmósfera casi documental. La película ha sido la gran influencia para la creación de las obras maestras posteriores reconocidas por sus autores, tanto por Jean Pierre Melville para su "Le samourai" de 1967 y por Martin Scorsese para su "Taxi driver" de 1976.
Frankie llega a Nueva York desde el tren y se instala en un hotel. Va a ver a su primer contacto para recibir un encargo, eliminar a un capo mafioso llamado Troiano. Le dan la mitad del botín, la otra al finalizar el trabajo. Frankie nació solo, fue entregado a un orfanato y años más tarde asesinaron a su jefe de la empresa donde trabajaba. Su vida ha sido siempre de dolor y sufrimiento, pero ha aprendido a canalizar su odio y sacarlo hacia afuera cuando le conviene. Ahora es un asesino a sueldo y utiliza ese odio para matar a gente indeseable. Su vida es la soledad y el silencio, así se siente a gusto. No le gustan las multitudes ni relacionarse con nadie. Comienza a seguir a Troiano en unos extraordinarios travellings laterales por las calles de la gran manzana. La gente es filmada sin saberlo, esto otorga a la narración una sensación de realismo muy similar al neorralismo italiano, pero al mismo tiempo se fusiona a la perfección con una fotografía con los clarososcuros típicos del género noir y con una   música tanto diegética como extradiegética excepcional. Estamos en época navideña, la enigmática y envolvente voz en off sigue contándonos las andanzas de Frankie. Ahora va a ver a su segundo contacto, un traficante de armas apodado Big Ralph que vive cuidando ratas para comprarle una pistola. Tras una larga charla llegan a un acuerdo, se le entregará el arma en un tercer contacto. Frankie descubre que Troiano tiene una amante y la visita muy a menudo a su casa. Ya tiene el lugar para eliminarlo. Pero en estas fechas navideñas el mafioso las celebra con su familia. Decide esperar. Va a comer a un restaurante y el azar hace que un antiguo compañero del orfanato y su hermana lo vean y le invitan a pasar la Nochebuena a un local nocturno. La chica ya le gustó en el pasado y se muestra interesado en ella otra vez. No le convence el relacionarse con nadie porque siempre le ha conducido al dolor, pero se siente atraida por ella y va a visitarla también el día de Navidad. Pasadas las fiestas vuelve al trabajo y otra vez el azar hace que se encuentre con Big Ralph mientras vigila a Troiano en un garito. Él no lo sabe pero este encuentro será su final. Este le chantajea que quiere más dinero por el arma y en una maravillosa secuencia a través de la oscuridad y el silencio de la noche, Frankie cansado de su chantaje y amenazas lo asesina en su casa. Las ratas por el suelo nos remiten de forma literal lo que el traficante era, una auténtica rata de alcantarilla. Frankie asustado porque la polícia no le atrape por este crimen telefonea a su primer contacto para abandonar el trabajo, pero no le dejan y además le advierten que esto le traerá consecuencias. Una clara advertencia sobre su fatal destino que vendrá. Tras inspeccionar el domicilio de la amante de Troiano y después de haber recogido su pistola va a ver a su chica y descubre que tiene pareja. Frankie se enfada porque era su única vía de escape, lo ha intentado pero a fracasado, pero en realidad al mismo tiempo siente satisfacción porque así puede continuar con su solitario y negro mundo para no sufrir al relacionarse con nadie. Tiene que terminar su trabajo, y finalmente lo concluye de forma brillante en una genial escena con sombras y planos cortos del verdugo y la víctima. Ahora toca recibir la otra mitad del dinero con el primer contacto, pero su mayor felicidad le va a llegar en forma de muerte. Le traicionan y lo asesinan. Ya se lo advirtieron tras el asesinato de Big Ralph, era su fatal destino. Ahora ya está en la total soledad de la oscuridad y ya no sufrirá más. Nació solo y ha muerto de igual forma. En la negritud del silencio al morir ha alcanzado la perfección de lo que irremediablemente era su trágico desenlace existencial.
Una de las grandes obras maestras del noir de presupuesto bajísimo y dentro del cine independiente, totalmente desconocida al ser un fracaso de taquilla en su día y no llegar casi ni a estrenarse fuera de Estados Unidos, pero es una auténtica joya de Allen Baron, que desgraciadamente solo pudo realizar otro film más titulado "Terror in the city" y después se dedicó íntegramente a la televisión.

viernes, 24 de julio de 2020

"Un marido rico", ("The Palm Beach Story", Preston Sturges, 1942).

Una pareja llega inexplicablemente tarde al día de su boda y acaban casándose sus respectivos hermanos gemelos bajo el rótulo de vivieron felices, o no?
Con este misterioso y brillante prólogo sin diálogos en el que solo al final del film entenderemos su significado, el maestro de la comedia sofisticada Preston Sturges realiza una de sus grandes obras maestras combinando a la perfección el más puro slapstick con el romanticismo, contándonos el eterno debate del amor verdadero frente al más material de la riqueza.
Tras cinco años de matrimonio, la pareja protagonista compuesta por Tom y Gerry, (Joel McCrea y una extraordinaria Claudette Colbert), están arruinados. Él intenta vender sin éxito el proyecto de un aeropuerto sobre una ciudad. No pueden ni pagar el alquiler de su casa y por ello su propietario enseña la vivienda aún estando ellos dentro a un matrimonio con un viejo medio sordo apodado el rey de las salchichas. En una famosa escena, el viejo encuentra a Gerry en la bañera escondida y acaba pagándole todas sus deudas, incluido el alquiler. Tom llega a casa y aun les queda parte de ese dinero y lo invierten para ir a cenar y pasar una noche romántica. Pero ella ya ha decidido dejarle para poder prosperar casándose con un millonario y así poder salir de la pobreza. Quiere ir a Palm Beach, el lugar donde las parejas se divorcian. Aqui da comienzo la parte más slapstick y alocada de la película. Ella huye de casa y él la persigue. La persecución empieza en las escaleras y el ascensor, pasando por un taxi y finaliza en la estación donde ella consigue que le paguen el billete en tren hacia Palm Beach un extraño club de cazadores. El viaje en tren es una auténtica locura y Sturges desarrolla unas extraordinarias secuencias alocadas donde los cazadores borrachos realizan prácticamente una noche de caza con su respectiva búsqueda de la presa con sus perros, todo ello dentro de los vagones. Ella que es esa presa asustada, se instala en otro departamento del tren y conoce a Hackensacker III, (Rudy Vallee), un millonario con el que finalizará su viaje hacia Palm Beach en su yate. Su hermana, la princesa Centimillia, (una genial Mary Astor), les espera allí. Gerry ya tiene lo que quería un rico para contraer matrimonio. Tom no está dispuesto a perderla y viaja en avión también al mismo lugar. Sturges nos va a plantear ahora el esquema habitual de género con sus cambios de identidades y enredos en el argumento, volviendo a pausar el tono narrativo tras esta frenética parte central. Tom y Gerry se harán pasar por hermanos frente a los personajes de Hackensacker y su hermana que quieren casarse con ellos por motivos muy diferentes. El multimillonario que va a contracorriente de lo habitual quiere casarse con Gerry por amor verdadero y en cambio su hermana quiere a Tom por diversión, ella se ha casado cinco veces antes y disfruta cazando a hombres casados. Aqui continúa la gran dicotomía que plantea Sturges durante todo el relato, es mejor el amor real y de corazón aun estando en la pobreza? O resulta más efectivo el amor más material por conveniencia? Tras una noche de cena y baile todo parece que nos va ha conducir hacia lo segundo, pero tras una maravillosa secuencia donde Hackensacker canta románticamente con una orquesta bajo el balcón de Gerry, ella vuelve a caer en los brazos de Tom, repitiendo la misma escena que en la noche romántica del principio del film, pero ahora ella decidiendo quedarse con Tom en vez de abandonarlo. Sturges ya ha elegido su moraleja final, es mejor el amor verdadero porque la pasión de una pareja es lo más importante y ninguna riqueza puede romperla. El director va a cerrar el film con un extraordinario desenlace, que como decía al comenzar mi critica, nos resuelve también su prólogo. Tras descubrirse que Tom y Gerry no son hermanos y que quieren seguir juntos, tanto Hackensacker como su hermana lo aceptan tranquilamente, (algo parecido al celebre "Nadie es perfecto" que emplearía años más tarde Billie Wilder en "Con faldas y a lo loco"). Seguidamente al mismo tiempo que los espectadores, descubren que Tom y Gerry tienen hermanos gemelos y acabarán casándose con ellos. En un maravilloso plano general vemos a las tres parejas en plena ceremonia matrimonial en la iglesia. Igual que al principio un rótulo nos vuelve a decir, felices para siempre, o no? No se puede finalizar mejor esta deliciosa historia.
Una gran obra maestra de Sturges que con "Las tres noches de Eva" y "Los viajes de Sullivan" conforman su extraordinaria trilogía dentro de la comedia sofisticada de los años cuarenta.

viernes, 17 de julio de 2020

"Sangre y arena", ("Blood and sand", Rouben Mamoulian, 1941).

La vida de Juan Gallardo, (Tyrone Power), un torero que desde la pobreza alcanzará la fama y a través de la pasión y la obstentación llegará su inevitable declive y su fatal destino.
Con este argumento el extraordinario cineasta Rouben Mamoulian, va a realizar una de sus grandes obras maestras donde nos cuenta a la perfección el elevado precio de la fama, desde su auge y caida, y la maldad del pueblo que desde su ignorancia y analfabetismo vanaglorian tan cruel espectáculo con el periodismo a la cabeza, todo ello en un entorno folklórico de la España de la época extraordinariamente bello y fascinante realizado en un esplendoroso technicolor.
En un maravilloso prólogo de la infancia de Juan, Mamoulian ya nos plasma en imágenes su desmedida ambición por ser una gran estrella de la tauromáquia: El joven visita un garito donde se engrandece a Garabato, el gran torero del momento, y arroja en la cabeza una botella de vino al crítico de tauromáquia Curro por criticar a su padre también torero que falleció años atrás en el ruedo, después va a torear por la noche él solo con un toro, y va a visitar a Carmen, la chica que acabará siendo su esposa, (una bellísima Linda Darnell). Seguidamente se enfrentará con Manolo de Palma, marcando una rivalidad que siempre perdurará, y después de despedirse de su madre que se gana la vida fregando suelos, se marcha desde su Sevilla natal hacia Madrid a caballo y caminando con sus amigos para poder triunfar allá en el mundo del toreo. Después de una genial elipsis en el tren transcurriendo diez años donde se nos muestra el analfabetismo del grupo de amigos, regresan a Sevilla ya siendo Juan una gran promesa. Visitirá a Carmen con músicos incluidos para demostrarle su amor. Es increible lo bien que capta Mamoulian la esencia del flolklore español de la época a través de la música, ambientación y fotografía. Tiempo después ya siendo al fín una gran estrella, desde su trono es alabado por el crítico Curro, Mamoulian lo filma brillantemente como si fuera un auténtico rey medieval. Su sueño de llegar a lo más alto se ha logrado al fín, la gente lo aclama como a un Dios, el periodismo lo ensalza a lo más alto, y el dinero le llega a raudales. Hará su gran estreno en la plaza de Sevilla donde ya casado con Carmen, conocerá a la sensual y guapísima Doña Sol, (Rita Hayworth), y quedará totalmente fascinado por ella ofreciéndole su capota en la mismísima plaza. Aqui comenzará sin saberlo su declive a traves de la pasión por la belleza, el poder y la riqueza. En una extraordinaria y ya legendaria secuencia, Doña Sol torea a Juan en su mansión y se besan apasionadamente bajo la mirada de Carmen. A través de la figura de su amigo Nacional, (John Carradine), Mamoulian deja reflejada la clara postura antitaurina del relato como en la novela original de Blasco Ibañez. Es la ignorancia por el analfabetismo del pueblo lo que hace que disfruten de tan salvaje espectáculo sangriento. Es lo que nos cuenta Nacional en sus discursos, antes de acabar muriendo en el ruedo, que en realidad es la tesis del mismo director. Doña Sol acabará utilizando a Juan a su conveniencia y le abandona por Manolo de Palma porque va a ser la nueva gran estrella del toreo. El estrellato es de usar y tirar, y siempre será substituido por otro. Curro después de haberlo puesto en un altar, ahora  saca todo su veneno contra él en sus discursos. Juan después de las constantes advertencias de su madre que vuelve de nuevo a fregar suelos, y del amor eterno de su mujer Carmen que le acaba perdonando sus infidelidades, se da cuenta de lo absurdo de esa obstentosa y lujuriosa vida de fama y busca su redención. Pero ya es demasiado tarde, morirá en su última corrida en la plaza bajo la estampa de Jesús al que tanto habían rezado tanto él como su esposa y madre. No había escapatoria a la muerte porque era su fatal destino. El auge siempre tiene una caida y más en un espectáculo tan peligroso. Al mismo tiempo de su muerte, Manolo de Palma es vitoreado por el pueblo y aclamado por el crítico Curro mientras torea en la plaza y le otorga su capota a Doña Sol, (la historia se repite con otra figura). Seguidamente la película se cierra con una genial panorámica con la cámara mostrándonos la sangre de Juan que ha quedado impregnada en la arena. La arena es la vida y la sangre es la muerte. Es el elevado coste de la fama. La verdadera bestia no es el toro, es el público que desde su ignorancia al no saber leer ni escribir es capaz de aclamar y vitorear semejante espectáculo. Como dice Nacional antes de morir, .
Absoluta obra maestra del gran e infravalorado Rouben Mamoulian, que nos dejo unas cuantas maravillas que han pasado con total mericimiento a la historia del cine como, " El hombre y el mounstruo", "Ámame esta noche", "La reina Cristina de Suecia", o "El signo del zorro".

viernes, 26 de junio de 2020

"La ciudad desnuda", ("The naked city", Jules Dassin, 1948).

Un plano aereo de día de Nueva York acompañada de la voz en off del productor del film, (Mark Hellinger) nos explica los títulos de crédito del mismo y nos introduce en la vida de sus habitantes. Seguidamente se hace de noche, ya son la una de la madrugada y el pulso de la ciudad no deja de latir. La cámara nos muestra a barrenderos, un local de radio nocturna, un garito de fiesta, y finaliza en la oscuridad en el asesinato de una chica, para mostrarnos en un extraordinario fundido encadenado a través del grifo de una bañera y el de un camión de limpiadores el amanecer, que a su vez concluye con otro asesinato en el rio Hudson.
Con este maravilloso prólogo, el gran Jules Dassin nos introduce magistralmente en una perfecta combinación de documental y ficción noir rodada íntegramente en la ciudad de los rascacielos y fuera del estudio, incluso en sus escenas de interiores. Inspirándose en el neorralismo italiano, (quedo fascinado al ver "Roma ciudad abierta", de Rosselini en 1945), y a su vez siendo precursora del posterior cine noir norteamericano, (películas como "French conection" de William Friedkin de 1971 no existirian por ejemplo), Dassin dentro de una trama policial nos introduce en el que va a ser el gran protagonista del film, la ciudad.
Una mujer descubre el cadáver de la chica y comienza la investigación policial comandada por el teniente irlandés Dan Muldoon, (un maravilloso y divertidísimo Barry Fitzgerald), y el aprendiz Jimmy Halloran. Dassin nos va mostrar con una minuciosidad pasmosa toda la trama detectivesca con la realidad de sus personajes dentro de la ciudad y conviviendo con sus gentes. La ciudad interviene siempre directamente en la acción, no es solo el marco donde se desarrolla la historia. Descubrimos que los dos asesinatos están relacionados y son del mismo caso, una red de ladrones de joyas. Es verano y hace calor, los niños se refrescan en las fuentes públicas y los agentes de la ley están en las calles investigando con las pistas que tienen, en una tienda de ropa, en joyerías, en un centro médico... Finalmente Muldoon y Halloran acuden a casa de un sospechoso y justamente lo iban a eliminar. El asesino no logra culminar su hazaña, pero huye y consigue librarse de Halloran entre la multitud y se escapa en el metro. Dassin reafirma lo que busca, las gentes y la ciudad van unidas y han sido claves en la fuga del asesino. Tras la confesión de un médico nos queda aclarado que este presunto asesino llamado Willie Garzah, fue el artífice de los dos asesinatos del prólogo del film. Se trata de un luchador equilibrista que toca la armónica. Halloran da con su paradero pero se le vuelve a escapar. Aqui va a dar comienzo una de las mejores escenas de persecución de la historia del cine. Garzah huye por las calles y las propias circunstancias cuotidianas de las gentes de la ciudad hacen de forma casual y sin pretenderlo que no pueda huir como pretende. No puede entrar en un bus porque está repleto y le cierra las puertas, un guardia de tráfico no le deja pasar, un perro de un ciego le obstaculiza por defender a su dueño y acaba disparándole para escapar. Finalmente se ve atrapado por la arquitectura del puente de Williamsburg. Está atrapado y solo le queda subir arriba de él. Allí terminará siendo abatido por la policía. El puente con sus estructuras horizontales y verticales han actuado de gran protagonista para su trágico final y para cerrar de forma magistral la trama policial, pero no por la fatalidad del destino con sus sombras pesadillescas como sucedía en el noir clásico sino por pertenecer y ser la realidad de una gran ciudad. El documental ha intervenido de forma directa en la resolución de la trama formando parte de un todo conjuntamente con la ficción, siendo la verdadera esencia de esta maravillosa obra maestra. Nueva York tiene ocho millones de historias y esta ha sido una de ellas.
Una de las grandes joyas del maestro del noir Jules Dassin.

domingo, 21 de junio de 2020

"Conspiración de silencio", ("Bad day at Black Rock", John Sturges, 1955).

Un tren circulando a tremenda velocidad para en un inhóspito y desértico pueblo llamado Black Rock y baja de él, un misterioso hombre manco llamado John MacReedy, (un sereno y brillantísimo Spencer Tracy).
Con esta inicial escena comienza la gran obra maestra del gran y minusvalorado John Sturges, cineasta que con este western atemporal de intriga ambientado en el 1945, consiguió la perfección fusionando magistralmente una historia de odio y racismo con una espléndida fotografía en color y en cinemascope, además  de manejar muy acertadamente un reparto de actores inigualable.
El tren a toda velocidad ya nos indica desde el principio que el relato va a a ir muy rápido, en veinticuatro horas va a pasar toda la acción. Nada más llegar al pueblo MacReedy va a recibir una extraña hostilidad por parte de casi todos los habitantes. El formato ancho nos muestra en el mismo plano a todo el pueblo, va a ser la brillante composición visual que Sturges va a utilizar narrativamente durante todo el film. El tren hacía cuatro años que no paraba en este lugar. Él pregunta por un rancho pero nadie le ayuda. Entra al hotel para hospedarse y el dueño le dice que no hay habitaciones libres pero descubre que están casi todas vacías y se instala en una de ellas. Al salir del baño un vaquero, (un genial Lee Marvin), le espera en su cama y le intimida. Algo misterioso pasa en este pueblo. Ahora aparece en el hall del hotel el que parece ser el dueño del pueblo, el señor Smith, (Robert Ryan), el plano lo encuadra a él y a varios más conjuntamente, (el scope realza nuevamente y claramente la idea de que todo el pueblo y sus habitantes van unidos y esconden y silencian un misterio). MacReedy y Smith se reunen y nos enteramos del motivo de su llegada a Black Rock, busca a un japonés llamado Joe Komaco para entregarle la medalla de honor que recibió su fallecido hijo en la segunda guerra mundial por salvarle la vida. Smith y su banda deciden liquidar al forastero por fisgonear y poder descubrir su terrible secreto.
MacReedy alquila un jeep y decide ir al rancho y descubre que está abandonado, y gracias a unas flores que solo nacen en lugares donde han sido enterrados seres humanos deduce que Komaco fué asesinado allí. Pero porqué? Al intentar regresar al pueblo, uno de los esbirros de Smith, (un sensacional Ernest Borgnine), le persigue con su coche en una extraordinaria secuencia de  ritmo vertiginoso y le acaba haciendo salir de la carretera. Después de conseguir al fín llegar al pueblo, McReedy decide irse pero el siguiente tren sale a la mañana siguente. Va hacia la cantina a comer y nuevamente se va a enfrentar en una antológica y maravillosa escena que está en los anales de la historia del cine, con el personaje de Borgnine, pero esta vez y con una sola mano él saldrá victorioso. Se instala nuevamente en el hotel y allí gracias a su sabiduría y brillante ingenio, el doctor, (un gran Walter Brennan como siempre) y el dueño del hotel le contarán finalmente el gran secreto. Después del ataque japonés a Pearl Harbour del 1941 se instaló un gran odio racista hacia los japoneses que residían en los Estados Unidos. Komaco era uno de ellos y fué una de sus víctimas. Lo mató Smith con su banda y todo el pueblo decidió silenciarlo. El sheriff del pueblo por cobardía, el dueño del hotel por miedo, y el doctor por desidia habían callado lo sucedido, pero gracias a MacReedy han sido convencidos de la inutilidad de vivir silenciando semejante asesinato, porque siempre estará en sus conciencias, y por eso acabarán ayudándole. En un brillante final nocturno, MacReedy vencerá a Smith quemándolo, (Komaco había sido quemado también), y la banda será detenida y entregada a la policía. El tortuoso secreto que albergaba el lugar ha quedado liberado. El odio racista hacia el diferente ha sido vencido por la justicia de un noble forastero. Entrega la medalla de honor al doctor y se va en el tren nuevamente a toda velocidad. En un solo día ha logrado redimir al lugar de cuatro avergonzantes años de silencio, y su entrega de la medalla de honor le otorgan paz y prosperidad a Black Rock.
 La gran joya de John Sturges y posiblemente la mejor y mas perfecta película de toda su carrera.

miércoles, 17 de junio de 2020

"El beso de la muerte", ("Kiss of death", Henry Hathaway, 1947).

Nick Bianco, (Victor Mature), es un ladrón de buen corazón que para poder regalarle algo a sus hijas el día de Navidad, atraca con otros tres malhechores una joyeria de Nueva York y es arrestado en su fuga.
Con este argumento empieza la extraordinaria obra maestra dentro del noir del irregular Henry Hathaway, consiguiendo aqui su obra más perfecta manejando magistralmente un guión del gran Ben Hecht y siendo el artífice de la legendaria primera aparición en pantalla de Richard Widmark que está antológico interpretando al sádico gangster Tommy Udo.
El miedo, el debate sobre la delación, y la corrupción e ineficacia del sistema judicial, van a ser los temas que nos va a plantear brillantemente Hathaway en el film. En la primera secuencia del atraco, la joyería está situada en un rascacielos en el piso 24 y huyen en un ascensor. Hathaway crea un gran suspense en su descenso alternando en montaje paralelo al joyero queriendo dar la alarma y el rostro en primer plano de Nick que alberga miedo por ser atrapado. El joyero consigue su objetivo y Nick es atrapado y condenado. Hathaway ya nos ha introducido el miedo interno que va a padecer nuestro protagonista durante todo el film. Ahora entra en acción la fiscalía que va a chantajear utilizando las hijas de Nick para que delate a sus compañeros del atraco. La ley no escrita del código de honor del hampa hace que no se chive y que cumpla su condena. Pero algo va a suceder, su mujer que se había liado con uno de su banda acaba suicidándose. Esto unido a que sus hijas son traladadas a un internado hacen que Nick se reeplantee su vida y quiera ahora contentar a la fiscalía mediante la delación. El fiscal ahora si se sale con la suya y con la excusa de negarle su libertad condicional, utiliza a Nick para que delate a otros delincuentes. Es justificada ahora la delación? Pues si, la família debe de estar siempre antes que defender a criminales. El código de honor del hampa se desquebraja. Richard Widmark va a hacer ahora su mítica presentación en el film como Tommy Udo, en una escena antológica de la historia del cine, asesinando a una anciana en su silla de ruedas arrojándola por unas escaleras. Nick que ya había rehecho su vida con otra identidad y casándose de nuevo, tiene que testificar contra Tommy por otro caso de asesinato. Pero la ineficacia del sistema judicial hacen que salga inocente. El miedo vuelve de nuevo a Nick, ahora en forma de muerte, sabe el castigo que reciben los chivatos, su propia sombra en la cama de sus hijas lo refleja metafóricamente. Decide entonces llevar a su familia de vacaciones y esperar a Tommy en su casa. Hathaway vuelve al suspense y en una maravillosa secuencia de claroscuros nos advierte de la presencia del gangster, pero al final es el fiscal que viene al hogar de Nick para su protección. Pero ya es demasiado tarde, el miedo ya se apoderado de Nick y debido a la ineficacia del sistema decide el mismo resolver el caso en un brillante plan para que detengan a Udo. Lo espera en un restaurante en una extraordinaria secuencia donde el gangster aparece desde unas cortinas y le incita llenándolo de odio para que lo mate. Su plan consiste en que la policía atrape a Udo con las manos en la masa en el momento exacto de dispararle a él. El gangster le espera en su coche a la salida del restaurante para asesinarle. Es muy arriesgado, es prácticamente un suicidio, pero finalmente logra sobrevivir y Udo es abatido y arrestado por la polícia. La delación ha quedado justificada porque finalmente ha logrado vencer sus miedos internos y le deja vivir felizmente con su família, pero ha sido gracias a él y no al ineficaz sistema judicial.
Una de las mejores películas noir de la historia del cine de un sobresaliente realizador que debido a su irregular obra, es muy poco reconocido injustamente.